
A los peces les entra agua en los ojos

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Membrana nictitante
La enfermedad de Popeye o exoftalmos no es una enfermedad. Es más bien indicativo de trastornos subyacentes. Popeye provoca una acumulación de líquidos detrás del ojo o en el propio ojo, lo que hace que éste se hinche.
Popeye puede afectar a uno o a ambos ojos. Se reconoce fácilmente porque el ojo del pez sobresale de su órbita. A veces, el ojo puede parecer transparente o turbio. Sin embargo, en los casos graves, el ojo puede salirse completamente de la cuenca.
Los acuicultores deben conocer esta enfermedad y tomar medidas para proteger a sus mascotas. En este artículo se explica la enfermedad de Popeye, sus síntomas, causas y tratamiento. Estar preparado es vital para proteger a los demás habitantes de su acuario.
La gravedad de Popeye puede variar de leve a aguda. En los casos más leves, el ojo puede permanecer limpio y la hinchazón será moderada. Sin embargo, en casos más agudos, daña la córnea y los ojos se nublan.
Si no se toman medidas para remediar el problema de inmediato, la hinchazón puede empeorar, y el ojo se romperá y caerá. Además, la enfermedad de Popeye suele ir acompañada de otros problemas de salud. Dado que el sistema inmunitario del pez está debilitado, las bacterias oportunistas o los problemas fúngicos pueden provocar infecciones graves.
¿Tienen sed los peces?
Una vez se preguntó con frecuencia que si los peces pueden ver el agua o algo así. Bueno, cada vez que su pez sigue su mano o se mueven rápidamente a la parte superior en el momento de la alimentación, muestra que los peces pueden ver. Hoy estamos aquí con una pregunta interesante ¿puede un pez ver el agua?
No, los peces no pueden ver el agua que les rodea, igual que nosotros que no podemos ver el aire que nos rodea. Esto plantea varias preguntas a su vez Como por qué no pueden ver el agua cuando pueden ver todo lo demás con claridad.
El agua está presente en abundancia alrededor de los peces, si su cerebro se centra en todos los componentes del agua, pronto agotará su capacidad de procesamiento. Para que el cerebro funcione eficientemente es crucial dirigirlo sólo hacia los estímulos vitales.
El ojo de un pez tiene más o menos los mismos componentes que el de un ojo humano. Tienen una córnea, un cristalino, un iris, una pupila, una retina y todos los fotorreceptores similares. El suministro nervioso es el mismo que el del nervio óptico.
Lista de peces de agua dulce
Ava Udvadia, profesora asociada de Ciencias Biológicas de la Facultad de Letras y Ciencias, se preguntaba por qué. Así que adoptó un enfoque novedoso para estudiar los mecanismos genéticos que utilizan los peces para curar las lesiones del nervio óptico.
Ella y su equipo se fijaron en los puntos clave del proceso de regeneración de los peces. Por ejemplo, el momento en que la neurona crecía más allá de la lesión inicial, el momento en que el axón regenerado crecía más allá de la unión con el otro nervio óptico y el momento en que el axón se conectaba a la parte correcta del cerebro del pez.
En el proceso de regeneración participaron más de 7.000 genes. Los investigadores clasificaron los genes cuya expresión alcanzaba su máximo en las fases inicial, intermedia y final del proceso, para poder determinar qué mecanismos regulaban esos genes en particular.
Descubrieron secuencias en la información genética de un pez que podían indicar a la célula qué genes activar y desactivar para la regeneración, y cuándo hacerlo. También descubrieron cambios en los "factores de transcripción", sustancias químicas que se unen al ADN y controlan los genes de la regeneración.
Cómo eliminar el agua de la pecera: La enfermedad de las burbujas
La enfermedad de las burbujas de gas (GBD), que se observa en peces cautivos y salvajes, hace que se formen burbujas de gas en los pequeños vasos sanguíneos y se acumulen de forma más visible en las aletas, las branquias y los ojos, y a veces en los órganos principales. Las microburbujas diminutas pueden unirse y formar burbujas más grandes que bloquean el flujo sanguíneo y dañan los tejidos. Cuando las burbujas afectan a los órganos internos, algunos peces pueden morir -a veces sin signos externos evidentes-, mientras que otros pueden verse afectados crónicamente y tener menos apetito, menor actividad, problemas de flotabilidad y, por lo general, algunas burbujas visibles.